
Habilidades Blandas: Reconocer mis puntos débiles y fortalecer lo que ya brilla
A veces no nos damos cuenta, pero las habilidades que más importan no están en un currículum. No son esos certificados que acumulamos ni los programas que sabemos manejar. Son esas cosas invisibles —cómo tratamos a los demás, cómo reaccionamos cuando algo se tuerce, cómo escuchamos, cómo pedimos ayuda— las que realmente marcan la diferencia. A eso le llamamos habilidades blandas. Y aunque suene amable el término, no son nada suaves: pueden abrir puertas o cerrarlas de golpe.